Tenía previsto hacer hoy una
entrada diferente pero el caso es que el viernes pasado escribí en este blog
sobre los escritores y la importancia de construirnos una marca personal y al leer algunas de las reacciones que ha provocado este artículo me han dado
ganas de reflexionar sobre un asunto que tiene bastante miga.
El post sobre escritores y marca
personal es el que más visitas ha tenido en el blog desde que lo abrí el pasado
9 de septiembre. Cuando lo he consultado hace un momento lo habían leído ya algo más de 200 personas que
para un blog recién nacido y que cuenta con menos de un mes de funcionamiento
creo que es un número de personas nada desdeñable y, en cualquier caso, para que os hagáis a la idea es alrededor del doble que las demás entradas que he publicado hasta ahora. Desde
mi punto de vista esto demuestra que el tema de los escritores y la marca
personal, interesa bastante.
Lo que ocurre es que también es el
primer post de este blog que ha sido recibido con una cierta polémica. Y eso me
gusta, sobre todo porque me hace reflexionar sobre el asunto y también porque
genera debate; aunque tengo que reconocer que me sorprende un poco que todavía
haya tanta gente que considere que es una especie de pecado mortal que los
escritores aspiren a hacerse un nombre en el mundo de las letras.
Colgué el enlace al artículo en media
docena de grupos de facebook que creía que estaban formados por personas a las
que este tema les podía interesar. Y así fue. Recibió bastante “Me gusta” y,
como ya he dicho, fue leído por un par de cientos de personas pero, lo más interesante en
este caso, ha sido las rápidas críticas que ha recibido. En realidad, solo por
parte de 3 personas, pero me han dado ganas de aclarar mi opinión al respecto porque considero que
este es un debate que muchos nos hemos planteado antes y muchos otros lo
seguirán haciendo y la reflexión colectiva siempre puede aportar puntos de
vista.
El eje principal de estas críticas
viene a ser algo parecido a que “para ser un buen escritor” debemos abstenernos
de publicitar nuestro trabajo porque los lectores, que son buenos detectives,
nos descubrirán sin necesidad de que nosotros dediquemos nuestro tiempo a estas
cosas. Un lector del blog, muy educadamente, la verdad, llega a decir que “…si
tienes un producto muy bueno, se vende solo…”.
Yo no opino lo mismo. En cualquier
otro ámbito profesional, creativo, artístico, etc... ni nos plantearíamos esto.
Sabemos que por muy bueno que sea el producto que ofrecemos, siempre es
positivo mostrar a los demás nuestro trabajo para que se pueda conocer. De
hecho, los grandes escritores consagrados, esos a los que admiramos y leemos,
se han sabido promocionar de muy diversas maneras. Unas veces lo han hecho
ellos mismos; otras, a través de la gran labor de sus editoriales o sus
representantes… En cualquier caso, se han distribuído, se han colocado en todas
las librerías y en los estantes más visibles, han salido en suplementos
culturales... Además, hoy en día tenemos la suerte de que las nuevas
tecnologías y, sobre todo, las redes sociales y los blogs literarios nos han
dado otra herramienta más desde la que poder promocionar nuestra obra. Una
herramienta, además, “más democrática” (entendedme la ironía) ya que está al
alcance de todos nosotros.
Y eso no tiene nada que ver con lo
que nosotros escribimos.
Porque son dos planos diferentes.
Todos nosotros, antes de publicar
hemos dedicado tiempo, mucho tiempo, al solitario vicio de la escritura. Yo,
por ejemplo, escribo desde que soy una niña. Todas las noches. Porque disfruto
enormemente con ello y me hace feliz hacerlo y construir historias. Y estoy
convencida de que en eso tampoco soy un bicho raro. Que son muchas las personas
a las que les ocurre lo mismo.
Después de guardar muchas de estas
historias en un cajón de tu escritorio, un buen día decides que es el momento
de intentar publicar lo que has escrito. Y una vez que lo hemos conseguido a mí
al menos no me cabe duda de que lo que todos queremos es llegar al máximo
número de lectores posibles. Y eso no nos hace ni mejores ni peores escritores.
Lo escrito, escrito está. Simplemente hemos decidido hacer el enorme esfuerzo
de darle una oportunidad extra a nuestra historia, ya que en esta ocasión hemos
decidido que en vez de guardarla en el cajón estamos deseando que otras
personas nos lean y den vida a lo que hemos escrito.
Y, no nos engañemos, no
todo el mundo sirve para esto, porque visibilizarnos requiere mucho trabajo y
esfuerzo pero creemos que merece la pena porque queremos que nuestra
historia llegue a más personas. Queremos que nos lean. Queremos darle
oportunidades a lo que hemos escrito para, como dice un compañero en un
comentario llegar a “trascender” que, en el fondo, no deja de ser “que algo que
estaba oculto comience a ser conocido”, es decir, empezar a construir la
propia marca para que cuando alguien encuentre nuestro nombre en la portada de
otra novela, sea una garantía de un estilo, de una calidad o de un tipo de literatura..
Al final, tengo la sensación de que
todos buscamos lo mismo, solo que lo expresamos de diferentes maneras y
recorremos caminos diferentes.
Yo seguiré contándoos como me va en éste viaje, porque la experiencia me está pareciendo muy enriquecedora y me está
enseñando muchas cosas que quiero compartir con todos vosotros porque si
también os sirven, todos saldremos ganando.